La capacidad de recibir, ordenar, procesar, empaquetar e interpretar miles de datos derivados de diferentes investigaciones es una de las cualidades de esta rama del conocimiento que mezcla la computación con las ciencias de la vida.
La bioinformática es una combinación de disciplinas que se caracteriza por acoplar el área de la ingeniería informática con ciertas necesidades de la investigación biológica moderna.
Esta rama emergente del conocimiento tiene la finalidad y particularidad de aplicar métodos y algoritmos computacionales, estadísticos y matemáticos mediante procesos de ordenamiento, procesamiento y empaquetamiento que facilitan la manipulación e interpretación de datos biológicos.
Un ejemplo de disciplina altamente dependiente de la bioinformática es la genómica.
Vinicius Maracaja Coutinho, doctor en Bioinformática del Centro de Estudios Avanzados de Enfermedades Crónicas (ACCDiS), señala que, en este contexto, la bioinformática es responsable por procesar una masiva cantidad de datos generados en el proceso de decodificación del material genético, entregando información de valor que facilita la interpretación biológica de los datos obtenidos.
Según Maracaja Coutinho, los alcances de la bioinformática son múltiples, y sus beneficios se pueden desplegar dentro de diversas áreas de las ciencias exactas y naturales.
“Dentro de los alcances, por ejemplo, está el vínculo que genera con el área de la biomedicina, ya que sirve como una poderosa herramienta de modelado molecular, donde se pueden realizar modelos 3D de diferentes proteínas y así,  experimentar e hipotetizar sus posibles interacciones con otras moléculas. Por otro lado, en el área de la genética también tiene un impacto importante, ya que permite procesar y tabular la información arrojada por estudios masivos de genoma, entre otros”, explica. El experto añade que, a su vez, existe toda un área de la bioinformática que está vinculada con el desarrollo de software y bancos de datos para interpretar la información biológica. Lo anterior se logra mediante la aplicación de biología de sistemas, entre otros tipos de abordajes de Big Data, que sirven para obtener información de valor dentro de un conjunto de datos masivos obtenidos a partir de secuenciación de ADN, ARN o proteínas. “Por ejemplo, podemos re analizar centenas de miles de estudios públicos asociados a diferentes tipos de enfermedades y, al integrar dichos datos, tendríamos cómo identificar posibles candidatos de biomarcadores a una enfermedad cardíaca. Esto también nos ayudaría a entender cómo es el rol de esas moléculas en la regulación y mantención del propio sistema”, apunta.
¿QUÉ PASA EN CHILE?
A consideración del investigador, Chile aún está en pañales en cuanto a la bioinformática, sin embargo, Maracaja Coutinho destaca que se trata de algo natural, ya que es un tema que, de a poco, ha ido tomando preponderancia en ciertos países, dentro de los cuales destaca Brasil como ejemplo en Sudamérica. “Creo que cada vez se avanza más, y si bien aún estamos lejos de países que comprenden la relevancia y la utilidad de esta rama del conocimiento, tengo mis expectativas puestas en que la sociedad científica y civil se irán informando sobre la bioinformática, y comprendiendo cómo esta puede ayudar en múltiples campos de la ciencia y de áreas prioritarias para el país, como la minería, acuicultura, agricultura y salud”, indica. Ahora bien, el académico dice que para avanzar en la materia, es necesario que existan más programas de postgrado en bioinformática. En ese sentido, Maracaja Coutinho considera que una buena forma de comenzar a cumplir con esta “asignatura pendiente” es incorporando la noción de que se necesita mayor especialización.
TENDENCIA EN ALZA
Vinicius Maracaja Coutinho señala que la bioinformática irá tomando mayor preponderancia e implicancia en diferentes ámbitos importantes para la industria e investigación académica que se desarrolla en el país. Para eso, es necesario que distintos programas de pregrado y postgrado en las diversas áreas de las ciencias naturales pasen a integrar la disciplina de manera más frecuente en sus programas. “Si queremos ser un país competitivo a nivel internacional, desarrollando nuevos productos biotecnológicos que aporten a áreas prioritarias, es esperable que la bioinformática vaya tomando mayor preponderancia e implicancia en diferentes ámbitos importantes para la industria e investigación que se desarrolla en el país”, apunta