SEÑOR DIRECTOR

La epidemia de coronavirus terminará cuando la población esté inmune, deteniéndose la transmisión comunitaria del virus. No habrá vacuna antes de uno o dos años, tampoco lograremos antes inmunidad natural de la población. Durante este periodo, se alternarán momentos de alta y baja transmisión, con sus respectivas cuarentenas y aperturas. Todo este tiempo se mantendrá el distanciamiento social, higiene de manos, uso de mascarilla y la alerta a los signos de la enfermedad. Podremos retomar parte de nuestras actividades pero con restricciones. Esto será la nueva normalidad.

Estamos viviendo la primera onda epidémica de Covid-19, compuesta de epidemias locales en distinta etapa devolución. Algunas comunas con baja o nula transmisión viral podrían transitar antes hacia esta nueva normalidad. Una apertura apresurada, puede producir un rebrote mayor; para evitarlo, esta transición debe cumplir con algunos criterios: disminución de la transmisión viral, alta cobertura de diagnóstico, capacidad de albergue para infectados, completa identificación de los contactos, vigilancia de la infección en grupos de alto riesgo (hogares de ancianos, cárceles); hospitales que retoman sus actividades regulares y pueden recibir pacientes Covid-19.

Aunque actualmente, la prioridad nacional es controlar la epidemia que se desenvuelve en zonas densamente pobladas, se debe planificar la transición a una nueva normalidad. Este proceso requiere la participación de la comunidad y sus representantes, municipalidades, salud, educación, empresas entre otros. Este proceso será difícil, requerirá generosidad y empatía de todos nosotros.

Catterina Ferreccio,
Médico, epidemióloga
Profesora Escuela de Medicina Pontificia Universidad Católica de Chile

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