El cáncer y las enfermedades cardiovasculares no sólo tienen en común el ser las dos patologías más prevalentes en el país. También comparten algunos factores de riesgo, y en los últimos años se ha evidenciado que los tratamientos contra el cáncer generan cardiotoxicidad, y que a su vez, los pacientes con patologías cardiovasculares son más proclives a desarrollar algunos tipos cáncer. Ante este escenario el Centro de Estudios Avanzados de Enfermedades Crónicas (ACCDiS), puso manos a la obra, levantándose hoy como pionero en la investigación básica, clínica y epidemiológica, sobre esta relación.

En las próximas semanas, el Dr. Sergio Lavandero, Profesor Titular de la Universidad de Chile y Director de ACCDiS, publicará una editorial en la revista Circulation, una de las más importantes en materia cardiovascular del mundo. ¿El tema? La colusión entre las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, campo sobre el que por estos días ACCDiS se ha adentrado de manera inédita en el país.

El cáncer y las enfermedades cardiovasculares son las dos patologías más prevalentes en Chile, tanto en mortalidad como en morbilidad. Ambas comparten factores de riesgo como la edad, los estilos de vida no saludables y el tabaquismo, y durante la última década se ha levantado evidencia de que buena parte de los medicamentos utilizados exitosamente para el tratamiento del cáncer, impactan negativamente en el sistema cardiovascular de los pacientes que las reciben.

«En ACCDiS realizamos investigación básica, clínica y epidemiológica en cáncer y enfermedades cardiovasculares. Tenemos dos líneas de investigación que podrían aparentemente entenderse como separadas, pero que tienen cierta vinculación, y ahí es que entramos al tema de la onco-cardiología o cardio-oncología», afirmó el profesor de las facultades de Ciencias Químicas y Farmacéuticas y de Medicina de la Casa de Bello.

Cardio-Oncología

Dos hechos llevaron a ACCDiS, centro que une el trabajo de académicos e investigadores de la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile, a enfocar sus esfuerzos en esta materia. Por un lado, fue el propio Dr. Lavandero, quien como profesor adjunto de la Universidad de Texas Southwestern Medical Center en Dallas, observó cómo allá uno el grupo de cardiólogos -uno de los líderes mundiales- comenzó a desarrollar esta área y a buscar especializarlos en esta nueva disciplina. Por otro lado, el trabajo en Chile del Dr. Fernando Florenzano, académico de la Facultad de Medicina de nuestro plantel, dio pasos pioneros en dicha dirección en los últimos años, alertando de la realidad vivida por los pacientes sometidos a diversos tratamientos contra el cáncer en nuestro país.

Así fue como, explica el profesor Lavandero, en ACCDiS se decidió a tomar este tema y enfrentarlo de dos maneras: «La primera, realizar investigación básica, probar medicamentos oncológicos sobre el corazón, y tratar de estudiar sus mecanismos de daño. Por otro lado, con los Dres. Pablo Castro y Gonzalo Martinez, comenzamos a ver los aspectos clínicos. De hecho, la PUC en la Clínica San Carlos de Apoquindo creó la primera Unidad Clínica para apoyar a los enfermos en tratar de mitigar los daños que causa el tratamiento antineoplásico o irradiación sobre el corazón», explicó el académico.

Ese fue el enfoque inicial respecto al tema en el ACCDiS, sin embargo las formas de afrontarlo van más allá, debido a que en esta materia «también ocurre la situación inversa», como detalló el director del centro. «Hoy en día hemos estado dando cuenta en el mundo, inicialmente mediante estudios epidemiológicos, que aquellas personas que tienen algunos problemas cardiovasculares como la hipertensión arterial, arritmias, infarto al miocardio e insuficiencia cardíaca, podrían ser más proclives a desarrollar ciertos tipos de cáncer. Aquí vemos el efecto al revés, cómo el sistema cardiovascular podría condicionar el desarrollo de cáncer, y esa es un área muy nueva que también estudiamos con los Dres. Andrew Quest y Alejandra Sandoval y el estudiante de nuestro Programa de Doctorado en Biotecnología Samuel Martínez», afirmó Lavandero.

Primeros avances en Chile

Tal como destacó el profesor Lavandero, ha sido el cardiólogo Fernando Florenzano, director académico de la Sede Oriente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, uno de los pioneros en nuestro país en tratar el vínculo entre los tratamientos contra el cáncer y los daños cardiovasculares.

«Un problema que se ha visto hace ya varios años es que los fármacos antineoplásicos, como las quimioterapias, son bastante útiles para detener el avance del cáncer, y ese es uno de los motivos principales por la cual la sobrevida ha mejorado. Sin embargo, algunos de estos fármacos quimioterapéuticos son tóxicos para el corazón. Entonces, son fármacos que si bien contrarrestan muy bien el avance de los tumores, en ocasiones pueden causar trastornos cardíacos», afirmó el especialista.

Alrededor del 5 por ciento de las personas que reciben antraciclínicos en dosis progresivas, tiene alguna evidencia de daño cardíaco aunque sea muy inicial. «No es muy frecuente, pero tiene su incidencia y, en ocasiones, los pacientes se han visto libres del cáncer, pero empiezan a tener una enfermedad nueva, distinta, que también puede ser mortal. Eso fue lo que hizo cambiar la mirada hacia los fármacos que tienen potencialmente toxicidades bajas», señaló el Dr. Florenzano.

Junto a los antraciclínicos, luego se observó que fármacos de generaciones más nuevas, como las terapias biológicas y otras, también podrían generar en una proporción pequeña toxicidad cardíaca, entonces, indicó Florenzano «se empezó a visualizar que éste es un problema más extendido, puede ser que no sea tan frecuente individualmente, pero en suma, como hay tantos pacientes que padecen cáncer y mucha gente que sobrevive tiempos más largos, se empieza a notar la cardiotoxicidad».

Texto: Francisca Siebert
UChile