Un nuevo episodio en la destacada carrera de Roberto Bravo-Sagua se está gestando ahora mismo, en la ciudad de Barcelona, España.

Allí, el doctor en Bioquímica de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile se encuentra realizando una pasantía en el Institute for Research in Biomedicine (IRB) junto a Antonio Zorzano, profesor titular de la Universidad de Barcelona “y una eminencia en el campo del metabolismo celular y comunicación entre organelos”, aclara Bravo-Sagua.

Pero ¿cuáles fueron las razones que llevaron a Bravo-Sagua a escoger al IRB para su pasantía? “En primer lugar, me interesa contribuir con publicaciones de este laboratorio. Como soy un investigador con cierta experiencia, puedo realizar importantes contribuciones. El doctor Zorzano publica artículos de altísima calidad, así que esta oportunidad me ayudará a enriquecer mi currículum, lo que es fundamental para lo exigentes que son los concursos de proyectos científicos”, señala.

Bravo-Sagua agrega que “la investigación requiere de mucha creatividad, tiempo para incubar las ideas y estar expuesto a nuevas experiencias. En Santiago, muchas veces el trabajo puede ser agobiante, y cambiar de aires es necesario de vez en cuando. Creo que el relajo, el ocio y el cuidado de la salud mental son sumamente importantes, pese a que muchas veces son subestimados e incluso estigmatizados como flojera”.

Pasantía en Barcelona

La estadía de Roberto Bravo-Sagua en España se gestó gracias a una Beca Santander Universidades. Esta subvención se otorga a estudiantes y académicos jóvenes para realizar pasantías en países de Iberoamérica. “Esta beca la obtuve gracias a la excelencia de mi trayectoria, y decidí utilizarla para venir a España, debido al alto nivel científico que tienen aquí, y, por supuesto, a ver especialmente al Dr. Zorzano”, cuenta.

La pasantía tendrá una duración de 3 meses, y su objetivo es estudiar cómo los organelos celulares contribuyen a la regulación del metabolismo energético.

“Esta oportunidad me permitirá crecer como científico en una etapa clave de mi trayectoria, que es dar mis primeros pasos como investigador independiente. Además me permitirá fortalecer la colaboración con el grupo de investigación del Dr. Zorzano, y así, contribuir a la excelencia de ACCDiS como centro de investigación de enfermedades crónicas, desde el punto de vista del envejecimiento”, dice Bravo-Sagua.

Proyecciones a futuro

En esta nueva etapa de su carrera, el centro del trabajo realizado por el investigador es el envejecimiento. “Dados mis conocimientos en el metabolismo a nivel celular y molecular, comencé una colaboración con el grupo de epidemiología geriátrica del INTA. Este trabajo transdisciplinario, denominado VINTAGE -Vitalidad e Intelecto Asociado a Geriatría- busca evaluar cómo el metabolismo energético celular se asocia con una buena calidad del envejecimiento. Esta buena calidad del envejecimiento depende de muchos factores -ambiente físico, social, estilo de vida y genética- que nos afectan durante todo el curso de vida”, destaca.

En tanto, el doctor en Bioquímica señala que su trabajo también se está generando en la interacción entre tres ejes: redes de organelos celulares, metabolismo energético y envejecimiento. “Respecto a los dos primeros, ya llevo más de diez años estudiando cómo la comunicación entre organelos regula el metabolismo energético de las células, permitiéndoles adaptarse a condiciones adversas. En ACCDiS, como estudiante de postgrado y postdoctorado, me dediqué a estudiar cómo esta comunicación está alterada en las enfermedades crónicas. Durante el cáncer y la obesidad encontramos alteraciones a nivel del metabolismo celular”, comenta.

El trabajo realizado por Roberto Bravo-Sagua en este tema fue, precisamente, el que lo hizo acreedor del primer lugar en la categoría Investigador Joven en la sexta versión del Premio a la Investigación Científica Universitaria, organizada en conjunto por Banco Santander y El Mercurio, reconoció a los mejores trabajos en el área de “Envejecimiento en la Población Chilena”, enfocadas en la promoción, prevención e intervención de la salud a nivel comunitario, regional, nacional o internacional.

Acerca de dicho trabajo –titulado “Asociación entre el metabolismo energético celular y la calidad del envejecimiento en adultos mayores”-, Bravo-Sagua señala que “cuando se llega a la vejez -palabra que posee un gran estigma que, por cierto, hay que sacarla de encima- una persona puede convertirse en una persona mayor robusta, que quiere decir capaz de adaptarse a las condiciones adversas, o frágil, que significa que uno es propenso a malas condiciones de salud”.

Consultado acerca de los desafíos que enfrenta a futuro, Bravo-Sagua es enfático en señalar que “el desafío es plantear una línea de estudio como investigador independiente. Una de las herramientas para ello es el Proyecto de Iniciación en Investigación, de CONICYT, orientado a investigadores jóvenes. Mi intención es plantear cómo la comunicación entre organelos -mitocondria y retículo endoplásmico- regula el metabolismo energético, y así, el proceso de envejecimiento a nivel molecular”, yendo más allá de lo epidemiológico y mi experticia, como bioquímico que soy, es la investigación a nivel molecular. Para poder plantear esta investigación es que me vine de pasantía”, finalizó.