El primer encuentro de Centros de Excelencia de Chile contó con una serie de paneles que abarcaron materias como los desafíos alrededor del trabajo interdisciplinario en la academia, y la colaboración entre este tipo de organismos. La actividad, que permitió el debate y el intercambio de experiencias entre los participantes, contó con la participación de más de 45 investigadores de 19 centros de investigación nacionales, así como de autoridades del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y de la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicyt).

La apertura de la jornada estuvo a cargo de Carolina Torrealba, subsecretaria de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. En su intervención, la autoridad se refirió a la diversidad y complejidad de los Centros de Excelencia. “Hay pocos elementos de política pública que han cambiado tanto cómo hacemos investigación en Chile. Desde que se instalaron los Centros de Excelencia, el panorama de la investigación científica cambió. Yo creo que lo más fundamental que nos entregaron fue cambiar el alcance y la ambición de las preguntas de investigación (…) Nos dio una posibilidad de más riesgo”.

Torrealba invitó a seguir trabajando la interdisciplina y pensar en cómo sería la segunda etapa de los Centros, una vez que se termine su financiamiento. Al respecto, Dante Contreras, director e investigador principal del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social de la Universidad de Chile (COES), invitó a los asistentes a concretar alianzas de cooperación.

“Interdisciplina: oportunidades y desafíos para la academia” fue el título del primer panel, el cual fue integrado por Valentina Paredes, investigadora COES y del Núcleo Milenio de Desarrollo Social (DESOC); Paola Jirón, directora del Núcleo Milenio Movilidades y Territorios (Movyt) de la Universidad de Chile; y Rodrigo Cienfuegos, director del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (CIGIDEN).

En esta instancia, Valentina Paredes, profesora de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, realizó un llamado a pensar en cómo los investigadores están fomentando la interdisciplina y a repensar la literatura que se entrega en la sala de clases. Por su parte, Paola Jirón, quien además es profesora de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Casa de Bello, enfocó la discusión en torno al territorio, la movilidad y la desigualdad, y advirtió que uno de los desafíos es “no perder la disciplina de origen e incorporar elementos de otras disciplinas a lo que uno está haciendo”. Por último, Rodrigo Cienfuegos, profesor asociado del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la Universidad Católica, encauzó la conversación en la combinación entre la ingeniería y las ciencias sociales, advirtiendo las dificultades entre la tecnocracia y la academia.

En el segundo panel, titulado “Colaboración entre centros”, participaron los investigadores Catterina Ferreccio, subdirectora del Centro de Estudios Avanzados de Enfermedades Crónicas (ACCDiS); y Maite de Cea, investigadora principal del Fondap Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR) y directora del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales. Este panel fue moderado por Matías Garretón, investigador asociado de COES y académico del Centro de Inteligencia Territorial (CIT) de la Universidad Adolfo Ibáñez.

Para Juan Carlos Castillo, académico de la Universidad de Chile, es un requisito hablar de ciencia abierta al momento de discutir sobre la colaboración entre los Centros de Excelencia, ya que esto “viene de una crisis en el quehacer científico asociada al cierre (de datos) de la ciencia”.

Para él, “hay un gran monstruo que se ha ido creando por la presión para publicar. Es necesario compartir los elementos de la investigación antes de la publicación, pues al seguir los tiempos de las revistas académicas, muchas veces se pierde tiempo en el que otro u otra académica podría haber ocupado los hallazgos del trabajo en otra nueva iniciativa”.

Por su parte, Catterina Ferreccio, académica de PUC, destacó que los cambios en los criterios de evaluación ayudarían a fomentar la producción académica entre diferentes disciplinas y centros; mientras que Maite de Cea, en su calidad de Directora del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales (ICSO) de la Universidad Diego Portales, comentó que no se debe trabajar solamente a nivel de centros de estudios, sino que también a nivel de universidades y otros actores sociales. “En el CIIR trabajamos sobre relaciones interculturales con población indígena. Nuestro actor diario son los pueblos y comunidades indígenas. Para nosotros, esa dificultad es nuestro cotidiano. El paper ISI y todos los indicadores están siempre en el radar, pero nuestro quehacer investigativo tiene que ver con cómo nos relacionamos y colaboramos con los pueblos indígenas”, añadió.

Esta actividad contó con la presencia de Carolina Torrealba, Subsecretaria de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile; María Eugenia Camelio, directora del Fondo de Financiamiento de Centros de Investigación en Áreas Prioritarias (FONDAP); Alejandra Vidales, directora del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECYT); Mariana Krause, presidenta del Consejo de la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicyt); Sergio Lavanderos, consejero del Programa de Investigación Asociativa (PIA) de Conicyt y también director e investigador principal del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas (ACCDiS); y la presencia de más de 45 investigadores de 19 centros del país.

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