Científicos vincularon la pérdida de proteína RECK con este carcinoma provocado por el Virus Papiloma Humano y que al año ocasiona la muerte de 600 chilenas.

Aumentar la expresión de una proteína llamada RECK, considerada supresora de metástasis, es el foco central de un estudio latinoamericano y que podría eventualmente detener el cáncer de cuello uterino, enfermedad que ocasiona la muerte de 600 chilenas al año, según cifras del Ministerio de Salud (Minsal). Los estudios, dirigidos por el académico del Instituto de Ciencias Biomédica de la Universidad de Sao Paulo, Dr. Enrique Boccardo, vinculan la pérdida de esta proteína con el desarrollo del carcinoma provocado por el Virus del Papiloma Humano (VPH), y el aumento de la severidad de lesiones precursoras en el tejido normal de este órgano femenino.

En ese contexto, el científico y su equipo están desarrollando estrategias para aumentar o reinducir su aparición en células tumorales, a fin de bloquear la progresión de la patología.

El biólogo uruguayo radicado en Brasil explica que, durante varios años, la disminución en la expresión de RECK estuvo vinculada a la presencia de carcinomas, y que se sabía que su presencia en niveles normales, retardaba el avance tumoral maligno. Sin embargo, no se había relacionado con el desarrollo del cáncer de cuello uterino.

El científico comenzó a analizar la proteína RECK considerando la idea de que cuando una célula adquiere su potencial tumoral, puede invadir y dañar las estructuras que están a su alrededor, por lo que a través de la regulación de un conjunto de enzimas que inhiben esa degradación, es posible bloquear el avance de los tumores. Y, precisamente, RECK cumple esa función.

Papiloma y cáncer de cuello uterino en Chile

«La infección por VPH es responsable del 4% de todos los tumores que afectan a los humanos. Está asociado en un 100% a los casos de cáncer de cuello uterino y a lo largo de los últimos años se ha mostrado su vinculación a otro tipo de tumores de la región ano genital, como vulva, cánceres de vagina y de pene. Por lo tanto, impone una carga muy importante a las patologías en humanos, tanto de índole maligna –como los carcinomas– y enfermedades benignas –como las verrugas genitales–, que afectan cada año a 30 millones de personas a nivel mundial, con un impacto social y un costo económico muy elevado», declaró el Dr. Boccardo en el marco del reciente congreso internacional organizado por el Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas (ACCDiS), que se desarrolló en la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile.

El médico e investigador principal de ACCDiS, Dr. Alejandro Corvalán, indicó que en Chile esta enfermedad tiene una incidencia elevada dentro de la población femenina, después del cáncer de mama y vesícula biliar. «El VPH es el mayor causante de cáncer de cuello de útero, una enfermedad que aparece con mayor frecuencia entre los 35 y 55 años y que, además, no presenta síntomas hasta sus etapas más avanzadas», precisó el Dr. Corvalán.

El científico añadió que el VPH es un virus común, existiendo más de 100 tipos diferentes de los cuales, aproximadamente una docena, está relacionada con un mayor riesgo de carcinoma. En los hombres, puede producir cáncer de ano y pene, y los estudios demuestran que hasta un 70% de los hombres de todas las edades está infectado por VPH, que se transmite mediante contacto sexual de cualquier clase. Además, está aumentando la exposición precoz al virus y los casos de carcinoma de cuello uterino.

«Las personas inician la actividad sexual cada vez de manera más precoz y con menos cuidado, siendo muy frecuente encontrar infecciones por múltiples tipos de virus. La prevalencia del VPH está aumentando: en edades reproductivas, si analizáramos mujeres de entre 15 y 25 años, alrededor del 10% y 20% va a tener una infección por algún tipo de VPH», detalló el Dr. Boccardo.

Vacunación en niñas

El académico del Instituto de Ciencias Biomédica de la Universidad de Sao Paulo fue enfático en señalar que el mejor mecanismo para prevenir el cáncer de cuello uterino es la vacunación contra el VPH, «porque todas las mujeres están expuestas a esta infección».

Desde 2006, esta práctica se aplica en la mayor parte de los países del mundo. En Chile, el año 2014 el Minsal implementó un Plan Nacional de Inmunizaciones en dos dosis, aplicadas a niñas de cuarto y quinto básico de todos los establecimientos educacionales del país. La Organización Mundial de la Salud recomienda vacunar a esa edad porque las investigaciones demuestran que en etapas tempranas el sistema inmune responde mejor a la vacuna.

«Si bien la infección por VPH ocurre principalmente en la adolescencia y edad juvenil, se ha demostrado que la vacuna es más efectiva a edades más tempranas y mucho antes del comienzo de la actividad sexual. Además, protege contra las verrugas genitales. La vacuna protege a las mujeres y, por extensión, a los hombres que tengan relaciones íntimas con ellas a futuro, contra las enfermedades causadas por VPH que pueden ocurrir en el sexo masculino», comentó el Dr. Boccardo.