El pasado 6 de septiembre se llevó a cabo la charla “Salud & Innovación”, en el marco del ciclo de seminarios ACCDiS 2019.

En la ocasión expuso el Dr. Marcelo Andía del departamento de Radiología y Centro de Imágenes Biomédicas UC, quien presentó el tema “Imágenes biomédicas, la intersección entre ingeniería, biología y medicina”. Por otra parte, el Dr. Gerardo García Rivas del Tecnológico de Monterrey, también participó del seminario, con la charla “Nano4heart: emprendimiento de base tecnológica del grupo de investigación en medicina cardiovascular del Tecnológico de Monterrey”.

Investigación y transferencia tecnológica

Gerardo García-Rivas es académico de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tecnológico de Monterrey, México. Además, es Director del Centro de Investigación Biomédica de dicha casa de estudios y, además, es uno de los fundadores de Nano4Heart, dedicada a la nanomedicina cardiovascular –o nanotecnología aplicada a la medicina-.

Consultado por las principales dificultades que se enfrentan al pasar de la investigación a la transferencia tecnológica, García-Rivas señala que “existen dos retos que debemos enfrentar: el primero es que los científicos deben modificar la forma de organizar sus resultados, generar una forma de pensar distinto, y eso debe ir de la mano con una modificación de las estructuras administrativas y logísticas dentro de las universidades”.

Asimismo, el investigador comenta que la nanomedicina cardiovascular aún tiene un camino de, al menos, diez años para alcanzar su máximo potencial. “Nuestro grupo pretende ser el primer grupo que desarrolle terapias con nanomedicamentos para tratar la insuficiencia cardiaca. Estamos en un momento bastante cercano a poder arrancar, probablemente en 2020 el primer estudio fase uno de seguridad de dichos nanomedicamentos. Sin embargo, creo que los beneficios más importantes los vamos a ver en los siguientes 20 años, primero en el área oncológica y posteriormente en otras áreas”.

Además, García-Rivas señala que la principal dificultad que enfrenta la nanomedicina aplicada a la medicina cardiovascular es la imposibilidad actual de realizar terapia dirigida. “La especificidad es un área que todavía se necesita trabajar mucho, pero todavía necesitamos comprender mucho más la materia, trabajar mucho más multidisciplinariamente para obtener más y mejores resultados”, finalizó.

Biomedicina e imágenes médicas

Otro de los expositores del seminario fue Marcelo Andía, médico e ingeniero que desarrolla su trabajo en el área de las imágenes biomédicas. “Ellas han tenido un auge gigantesco en los últimos 20 años y han cambiado completamente la forma de entregar herramientas para que podamos hacer buena medicina clínica, pero también para hacer buena investigación”, comenta.

Consultado acerca de cuáles son los desafíos que plantea el uso de imágenes biomédicas en Chile, Andía comenta que “en primer lugar, las imágenes biomédicas requieren una inversión en equipamiento muy elevada. Además, estamos muy lejos de quienes fabrican la tecnología, que están en Alemania y en Holanda principalmente. Somos muy buenos en hacer software, pero esta distancia nos dificulta hacer una transferencia hacia una patente. Quizás sería bueno que en Latinoamérica nos uniésemos para poder hacerle frente a estos tremendos ‘monstruos’ del área que existen en Europa”.

En tanto, el científico de la Pontificia Universidad Católica de Chile hace un llamado a considerar la multidisciplinariedad como un camino a seguir dentro de las ciencias. “Históricamente hemos cometido el error de separar las ciencias y eso no puede seguir pasando, porque no existe ningún fenómeno en la naturaleza que sea exclusivamente físico o exclusivamente biológico, por ejemplo. La única manera es enfrentarlos es con miradas diversas. Y eso muy difícil, porque significa que tienes que sentar en una misma mesa a personas que piensan distinto y hablan distinto. Entonces el desafío de la interdisciplinariedad es clave para el futuro, sin embargo, presenta muchos desafíos porque hay que mezclar, juntar, unir criterios en personas que son muy distintas, y ahí hay que ser bien generoso, muy generoso, para lograr trabajar en conjunto en pos de la ciencia y la tecnología y su desarrollo”, finaliza el investigador.

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