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La historia de unión y superación que marcó a la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas tras el incendio de 1992
- July 5, 2024
- Posted by: ACCDIS
- Category: ACCDiS in Press
Fidel Albornoz Farías, técnico de laboratorio ACCDiS y, en ese entonces, encargado del laboratorio del doctor Mario Zapata, tuvo que retirar junto a bomberos los vehículos de académicos que estaban obstruyendo el paso de los carros bomba.
El 2 de julio de 1992, un incendio destruyó todo el interior del edificio Luis Ceruti de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, una tragedia convertida en historia de superación gracias al enorme trabajo de funcionarios, académicos, alumnos y el decano Hugo Zunino, quienes lograron reconstruir a esta unidad académica luego de la catástrofe que la dejó en cenizas.
Cada primero de julio, la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile celebra su aniversario, una jornada solemne que destaca los avances y logros de una institución vinculada al quehacer científico desde su creación en 1945. Sin embargo, esta fecha también fue el preámbulo de uno de los hechos más trágicos y destructivos que ha vivido: elincendio del edificio Luis Ceruti, ubicado en Olivos 1007, Independencia.
Comenzó como un humo blanco a las 10:00 horas el 2 de julio de 1992, recuerda Cecilia Pinchetti, asistente del actual decano de esta unidad académica y, en ese entonces, secretaria del director del Departamento de Química Farmacológica y Toxicológica. “Me dijeron que estaban limpiando los ductos del aire acondicionado ¿y qué hicimos?Cerramos las puertas de nuestras oficinas y seguimos trabajando”. Sin embargo, desconocían que su origen provenía de la bodega de reactivos, ubicada en el subsuelo del edificio, que se encontraba bajo el efecto de las llamas.
Al interior del edificio había cerca de 200 personas, incluyendo funcionarios, académicos y estudiantes. Entre ellas estabaSoledad Bollo, actual vicedecana de la Facultad y, en ese entonces, estudiante del Doctorado en Química. Tan solo el día anterior había tenido su ceremonia de entrega de título de Química Farmacéutica.
“Ya no se respiraba muy bien en el pasillo y, por lo tanto, decidí salir del laboratorio.I went to look for Mr. Luis Núñez Vergara – who later became dean of the Faculty – because he worked in a very small office and I went to tell him that I was going to go downstairs because there was smoke in the hallway.(…) Él dejó sus cosas, el computador prendido, su maletín y se puso la chaqueta porque era julio, hacía mucho frío, y así salimos del edificio”, rememora Bollo.
Si bien algunos salieron inmediatamente del edificio, otros se mantuvieron en sus oficinas y laboratorios ante lo que aparentaba ser solo humo en los pasillos. Para ese momento había llegadobomberos, quienes al ver la gravedad de la situación llamaron a la evacuación inmediata de todo el edificiousando los parlantes instalados en los teléfonos de las secretarias.
“En mi caso salimos tal cual, sin cartera, sin nada. Dejamos todo apresurados. Bajamos por el lado del ascensor sin tener idea que el incendio estaba con tiraje desde ahí. Llegamos abajo y toda la gente estaba corriendo, no veíamos llamas, solo humo”, relata Pinchetti, quien fue ayudada a bajar desde el tercer piso por encontrarse con tacos.
As the minutes passed, the flames became more and more visible and black smoke reached different parts of the capital.Varios transeúntes y medios de comunicación veían con incredulidad como del edificio salían llamas de colores, producto del contacto con distintos reactivos. Ante las constantes explosiones de productos como tambores de tolueno y nitroglicerina, bomberos tuvo que ampliar el cordón de contención.The Clinical Hospital of the University of Chile – just one block from the burning building – began to evacuate patients fearing the worst.
Fidel Albornoz Farías, técnico de laboratorio y, en ese momento, encargado del laboratorio del doctor Mario Sapag,had to remove vehicles from the road that were preventing the arrival of the twelve fire companies that had arrived to fight the flames. “Algunos académicos dejaron las llaves de sus autos en los laboratorios, entonces el estacionamiento dificultaba el ingreso de los carros bomba. Tuvimos que con bomberos levantar los autos y moverlos para que ingresaran”, recuerda Albornoz.
Total loss and the task of reconstruction
Las llamas se extendieron por más de diez horas y recién cerca de las diez de la noche bomberos pudo contener el fuego. Al evaluar los daños al día siguiente,se comprobó que los cimientos del edificio quedaron íntegros, pero el interior quedó completamente destruido. El Rector de la época,Jaime Lavados, visiblemente consternado, calificó este hecho como una catástrofe para la Universidad. “Aquí el daño es peor que la explosión que inutilizó en marzo de 1991 una parte del INTA. AhoraIt is an entire building where the most modern equipment in the country for teaching and chemical research operated.” señalaba al medio Las Ultimas Noticias la máxima autoridad de la Casa de Bello.
El ambiente de una facultad que días antes celebraba con júbilo su aniversario número 47, ahora veía con desolación su situación actual. Aquí las pérdidas no solo se medían en millones de dólares, sino también en años de investigación científica.En un tiempo donde no existían los respaldos digitales, el incendio convirtió trabajos de una vida en cenizas. “Fue impresionante ver a los académicos post incendio deambular por el campus como almas en pena porque no tenían respaldo de sus investigaciones.Students who were about to graduate did not have their support¿Qué iba a pasar con sus tesis de grado o trabajos de años? Lloraban, los vi llorar, los vi desesperarse. No había nada que hacer, teníamos que reconstruir”, señala Pinchetti, quien participó de la comisión TECHO encargada de la reconstrucción administrativa.
Soledad Bollo remembers that one of the first difficulties was the evaluations.Como era final de semestre y las evaluaciones estaban calcinadas, muchos estudiantes y académicos tuvieron un enorme desafío para cerrar los ramos. “Las actas eran manuales y las notas estaban guardadas en la oficina de los profesores. Todo se volvió a foja cero. Hubo estudiantes que con una prueba se jugaban el 100% de la asignatura para aprobar o reprobar”, recuerda la ahora vicedecana.
A figure who stood out in this task of reconstruction was that of dean Hugo Zunino, quien tuvo la ardua tarea de mantener a flote una facultad sin su edificio principal, sin laboratorios y expuesta a una eventual desaparición si no se hacía algo a tiempo. Así lo señalaArturo Squella, ex decano de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas en el periodo 2014-2022. “Imagínese que se le mató la Facultad, era un drama. Toda la gente pensaba que podía haber desaparecido la Facultad. Una autoridad pudo haber dicho que pasábamos a formar parte de otra facultad y hubiera sido una crisis muy grande.A él (Zunino) le afloró el líder que llevaba adentro y transformó esta catástrofe en el mejor proyecto que pudo haber tenido esta Facultad”.
The university union
El 19 de abril de 1995 se logró reinaugurar el edificio Luis Ceruti de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas. La obra tuvo un costo de $18 millones de dólares y permitió la reinstalación de los laboratorios con instrumental científico de vanguardia. Esto fue posible gracias a un crédito por parte del banco estatal alemán KFW y gestiones por parte de la Embajada de Alemania en Chile.
Sin embargo, nada de esto hubiera sido posible de no ser por lahelp from the other academic units that make up the University of Chile.
Facultades como Medicina, Odontología, Ciencias Físicas y Matemática, entre otras, facilitaron laboratorios, salas de clases y oficinas a Ciencias Químicas y Farmacéuticas mientras duraba la reconstrucción. “Yo creo que eso demuestra el espíritu de la Universidad de Chile.Ese es el espíritu de la Universidad de Chile, la unión que tiene el estudiante, el académico y el funcionario en toda la labor que se desarrolla”, señala Albornoz.
Esta ayuda incluso provino de otras instituciones, como recuerda el profesor Squella, quien recibiódonations of equipment by a researcher from the University of Santiago. “Ella espontáneamente también se acercó a ofrecernos equipo, donarnos electrodos sin ningún interés. Todavía recordamos ese gesto que tuvo esa investigadora de otra universidad. No solo éramos como hermanos desde la medicina, sino que éramos hermanos de universidad, pero de otras universidades”, valora Squella.
Si deseas saber más detalles y la historia completa del incendio, te invitamos a escuchar el capítulo 145 de Universidad de Chile Podcast, disponible enSpotify,Tantaku, Apple Music y Youtube. https://open.spotify.com/episode/7i0WtQKZcB8tmQxHde9vj9
Ver noticia completa aquí https://uchile.cl/noticias/218051/el-incendio-que-marco-a-ciencias-quimicas-y-farmaceuticas-en-1992